Por Alfredo Ygel
Para LA GACETA - Tucumán
Desde sus orígenes, el hombre se ha preocupado por sus sueños y les atribuyó algún sentido a partir de una interpretación sobre eso que le sucedía mientras dormía. Desde la más remota antigüedad, han sido muchos los significados ocultos atribuidos a los sueños, desde mensajes de los dioses, predicciones del futuro, y todo tipo de interpretaciones mágicas o míticas. Estos productos oníricos se nos presentan como enigmas que nos inquietan y que relatamos a algún otro con el fin de resolverlos. Fue Sigmund Freud, creador del Psicoanálisis, quien descubrió el enigma y significado de los sueños. Investigando el mundo onírico, buceando en sus propios sueños y en los de sus pacientes, logró encontrar la llave y descifrar desde una perspectiva científica, la significación de los sueños y los mecanismos de su formación.
Freud postuló que los sueños son realizaciones de deseos reprimidos, y que estos deseos se expresan en forma disfrazada. Es decir que en los sueños se expresan nuestros ocultos deseos inconscientes, aquellos que en nuestra vigilia no podemos admitir como propios. Así, una persona que en su vida cotidiana se comporta como alguien respetuoso de las leyes de su comunidad puede, en sus sueños, aparecer como alguien que roba o mata. Agreguemos que se trata de una realización de deseos que expresa en forma disfrazada, velada, no directa, deseos e impulsos del soñante. Esta característica hace que el producto onírico, lo que aparece en nuestro recuerdo, se lo denomine contenido manifiesto y lo que se encuentra escondido, lo que hay que descubrir, se lo llame contenido latente.
Al contenido oculto o latente se llega por medio del relato en palabras del soñante y de las asociaciones y ocurrencias que este hace en relación a las distintas partes del sueño. El gran mérito de Freud no solo fue descubrir el significado de los sueños y los mecanismos que lo producen, sino establecer un método para su desciframiento, el método psicoanalítico de interpretación de los sueños. El sueño es entonces la vía regia para acceder a nuestro Inconsciente, revelándonos nuestros deseos ocultos. Es el propio sujeto quien tiene la llave para acceder al develamiento de sus enigmas. Es verdad que existe un simbolismo que nos da pistas para interpretar los sueños, pero siempre es necesario que cada sujeto asocie sus ocurrencias descubriendo aquello que se encuentra escondido. Cuando hay sueños que nos inquietan, dado que nos producen angustia o malestar, el revelar el contenido oculto nos posibilita liberarnos de esas sensaciones que nos mantenían atrapados. En el tratamiento psicoanalítico se utiliza para acceder a los contenidos reprimidos, el análisis e interpretación de los sueños del analizante.
Tipos de sueño
Debemos tener en cuenta que todas las noches soñamos. Lo que sucede es que a veces no los recordamos. Esta falta de recuerdos obedece a la censura que no deja pasar los contenidos indeseables. Existen diversos tipos de sueño que acompañan nuestra existencia. Están aquellos sueños que nos provocan angustia y, a causa de ella, se interrumpen. Estos se denominan sueños de angustia y lo que sucede es que el contenido latente se acerca demasiado a algo indeseable para la conciencia o los ideales del sujeto. El despertar es el recurso que utiliza el soñante para evitar el encuentro con la situación penosa que quiere evitar. También son frecuentes las pesadillas, que diferenciamos de los sueños de angustia. En estas el sujeto se encuentra atrapado en el sueño y no puede despertar. Aquí se traduce en el sueño algo que en la vida despierta mantiene capturado al sujeto, frente a lo cual este no encuentra los recursos necesarios para salir. Los sueños repetitivos reflejan situaciones conflictivas que buscan en su repetición una diferencia; que algo nuevo se produzca posibilitando la solución del conflicto.
El misterioso y enigmático mundo de los sueños permite el acceso a nuestro psiquismo. Analizarlos y descifrarlos posibilita que cada sujeto descubra aspectos ignorados, inconscientes, permitiéndole a partir de esa verdad que ahora conoce, hacerse responsable de su vida y realizar una acción transformadora sobre su realidad, que le posibilite realizar su deseo y eliminar aquello que le provoca malestar y sufrimiento. © LA GACETA
Alfredo Ygel - Psicoanalista, profesor de la Facultad de Psicología de la UNT, presidente del Grupo de Psicoanálisis
de Tucumán.